martes, octubre 14, 2008

seguridad...

SEGURIDAD, SEGURIDAD, SEGURIDAD… QUE SE SALVE QUIEN PUEDA DE LA SEGURIDAD

Los mecanismos de control y dominación que ha instaurado el demofascismo, combina múltiples acciones para llevar acabo su trabajo domesticador, así, utiliza los medios tecnológicos, los discursos ideopolíticos, y sobretodo a una gran cantidad de “seres humanos” que en cumplimiento de su deber, hostigan, reprimen y asesinan a todos aquellos que se oponen a las políticas y acciones que instauran los instrumentos de dominación.

Dichas acciones de sometimiento se dan en el plano global y local, es decir, se instauran bajo el sistema mundo y se materializan en nuestra cotidianidad, bajo lo que Michael Foucault llamó la microfísica del poder. Siendo esta esfera, la que realmente sostiene y reproduce el bloque hegemónico, que estructura las políticas que encarcelan nuestras vidas. De ahí que, no sea traído de los cabellos, luchar con todas nuestras energías contra los agentes locales, que bajo una supuesta buena fe, actúan como perros guardianes del orden anacrónico que nos gobierna.

Pensar globalmente y actuar localmente debe ser la tarea de la lucha emancipatoria. En otras palabras, el conocimiento teórico de la sociedad del control y la lucha cotidiana contra todos aquellos que sostienen y reproducen la jaula de hierro en que vivimos, es la combinación perfecta para expoliar de una vez por todas el gobierno de los hombres sobre los hombres.

En esta perspectiva, podemos decir que, las políticas neoliberales y de seguridad democrática que han sumido nuestro país en el más profundo oscurantismo, se mantienen gracias a la aceptación que cada uno de nosotros hacemos a los agentes que tras la rejas se encargan de mantenernos en este mundo de cadenas. Así, la política de seguridad que se han instaurado en nuestra Alma Mater (véase, control del portón, instalación de cámaras, llamado a traer perros de vigilancia…) no es más que la asimilación mecánica de la política de regulación que se ha instaurado a los largo y ancho de nuestro territorio.

La puesta en marcha de estas acciones inquisitorias, ha cambiado la vida en el campus universitario, de una vida tranquila, académica, amigable, fiestera hemos pasado a la “vida” de la requisa permanente, el acaso uniformado, los abusos del poder, la muestra de fuerza de la vigilancia… transformando de esta forma, el habitus democrático que necesita una institución académica dedicada a la formación de valores democráticos y a la investigación.

A raíz de estos problemas y otros más que por terror las personas no se atreven a denunciar, exhorto a la comunidad universitaria a generar un debate público a las políticas de seguridad que se han instaurado en la universidad, y que vienen lesionando la armonía, alegría y confianza que otrora caracterizaba la vida cotidiana de nuestra institución.

BORIS EDGARDO MORENO RINCÓN

DIRECTOR OBSERVATORIO DE JUVENTUD.