No importa cuales sean tus sueños,
lo importante es que este mundo vive gracias a ellos.
No cesan las actividades en contra de la Universidad del Tolima y en general en detrimento de la Universidad Pública colombiana. En el transcurso del presente semestre se ha venido presentando una serie de hechos que permiten observar claramente el talante de la ofensiva; E-mail de amenazas por parte de las águilas negras a estudiantes, funcionarios y organizaciones estudiantiles, agentes de seguridad del Estado han invadido el campus universitario para requisar estudiantes, acosos reiterados a la dirección del sindicato de trabajadores, la semana pasada apareció un artefacto explosivo en un baño de mujeres y ahora el profesor y director del Observatorio de Derechos Humanos Dr. Agustín Angarita es acusado del delito de rebelión. De igual forma en el orden nacional, la mayoría de universidades estatales vienen sufriendo esta serie de acciones que combinan la aprobación de estatutos estudiantiles policivos como el aprobado en la Universidad Nacional y que circula como borrador en otras universidades, la ley de concurrencias, el debilitamiento académico, el encarcelamiento a estudiantes como los sucedidos en la Univalle, intentos de desaparición forzada en la Surcolombiana y en las últimas dos semanas más de 100 amenazados entre estudiantes, profesores y trabajadores por parte de los diferentes bloques de las águilas negras.
El conjunto de estas acciones de carácter económico, político y social, son la muestra fehaciente de que las fuerzas del régimen están dispuestas a utilizar cualquier método que les permita destruir la autonomía universitaria, la libertad de cátedra, la libre expresión y el compromiso social que ha caracterizado a la universidad pública durante décadas y que en la actualidad exacerba los ánimos del emperador. En otras palabras, el alto gobierno ha decidido intervenir las universidades públicas, ya que se han convertido en una talanquera en su proyecto totalitario. Las marchas, las denuncias públicas, los foros, coloquios… han desenmascarado académica y políticamente el carácter oprobioso y sanguinario del régimen que lidera el Dr. Álvaro Uribe Vélez y Francisco Santos.
Bajo este desolador panorama, los trabajadores y estudiantes de la Universidad del Tolima queremos manifestar nuestro más enérgico repudio a las acciones antes mencionadas y exigimos el inmediato cese del hostigamiento al que han sometido a nuestra alma mater. Convocamos a todos los estudiantes a continuar con los estudios de los problemas sociales que aquejan nuestro país, a trabajar en pro de los sectores menos favorecidos y a sumar esfuerzos en la defensa del deber ser de la educación pública; exhortamos a las directivas a convocar de manera urgente y extraordinaria una sesión ampliada del Concejo Académico para analizar, discutir y proponer alternativas de solución a la actual crisis y; exigimos el pronunciamiento público del gobernador, así como de los organismos de seguridad del Estado. De igual forma, llamamos a todos los sectores sociales ha desconocer la legalidad y “legitimidad” del alto gobierno, allanar su salida de la casa de Nariño y convocar una Asamblea Nacional Constituyente popular y participativa, que construya un país democrático, sensible a las necesidades y anhelos de todos y todas las personas que conformamos este sueño llamado Colombia.
Comunidad universitaria
