San Juan, san Juan, San Juan, san Juan
En mi tierra todo es Gloria
Cuando se baila el joropo…
Y vamos cantando y vamos bailando
Cuando se baila el joropo…
Y vamos cantando y vamos bailando
He regresado a la capital musical de Colombia, de nuevo me levanto y veo el cerro de la Martinica y los domingos camino por el cañón del Combeíma. Cada mañana degusto un delicioso café en el Parque Ducuara y saludo a despampanantes mujeres de curvas asesinas, que me hacen soñar con la llegada de la noche a las siete de la mañana.
Un cigarrillo para acompañar el café y la hermosa vista que hay a mi alrededor, luego unos piropos a las diosas presentes en el camino a las terrazas del che, donde puedo leer sobre un verde césped acompañado de elegantes Ocobos.
En la noche alrededor de una botella de ron viejo de Caldas y conversaciones políticas con los pocos amigos que me quedan, siento el calor de las estrellas que abrazan este sufrido trópico y conspiro para que el alba llegue con los sueños reprimidos.
Ya ebrio camino por la avenida quinta, acompañado de sonetos de salsa y llantos de acordeón que me hacen recordar mujeres inolvidables, siento nostalgia de princesas lejanas, lloro por el sufrimiento de mi pueblo y grito con todo furor, de esta tierra no me aleja es NAIDE
