domingo, marzo 25, 2012

DESGOBIERNO


Diego Sánchez González.
Antes que Bogotá se desparramara hasta Ciudad Bolívar y Cazucá, la ciudad desaparecía en San Vicente, Fátima y el Tunjuelo. A estas calles duras que regurgitaban pelaos bravíos, llegó en los años noventa el Punk. Así que no es extraño que estos extramuros vieran nacer a Desgobierno, una banda que ha remozado la paleta de tonos fuertes del Rock bogotano, y lo ha hecho con un sonido genuino y excitante, sin ostentaciones, ni casposos virtuosismos. Temas marcados a fuego por riffs de guitarra, un bajo destinado a romper la regularidad del ritmo, y una batería que no conoce la calma.
Para conocer de su historia y recorrido, me encuentro con ellos una tarde de Enero, a esa hora en que el horizonte se abraza en fuegos y luego, lentamente, el cielo se encapucha de negro.
Desgobierno: “¿Quieres saber cómo llegamos al Punk? Pues la cosa es breve, en los noventa antes de escuchar el Punk, habíamos rodado por los muchos torrentes del Metal y del Rap. Del Metal decíamos: ¡Qué chimba de sonidos!, y del rap nos cautivaban sus letras ácidas con fuerte contenido social y crítica directa al sistema. En algún momento alguien nos presto un casete de Punk y encontramos que en este género, se fusionan de la manera más bacana, estas dos cosas. Un rock pesado, ruidoso, un sonido férreo y garajero, con letras criticas y sociales, era eso lo que estábamos buscando. Y cuando lo escuchamos dijimos ¡Esto es lo nuestro pelaos!
Vejete venia de una banda que se llamaba Unión Proletaria Justificada, y Beto, Willy y Gokú, habían formado parte de un grupo al que no le alcanzaron a poner nombre, tocaban de puro distrave, pero un día nos cruzamos y de ahí salió Desgobierno. Con el tiempo empezamos a tocar, y la banda fue cogiendo forma; hasta que en Diciembre del 2003 arrancamos con Willy en la guitarra, Beto en el bajo, Juan Pablo en la batería y Vejete en la voz. Ensayábamos todos los domingos a las ocho y media de la mañana a pesar del sueño, y en muchos casos, el guayabo de los chorros del sábado (viernes, jueves, miércoles…). En aquel entonces era mucha la energía, porque ensayábamos sin micrófono, ni instrumentos eléctricos. Como batería teníamos una silla de cuero, una pandereta para el redoblante, una tapa de un barril de metal, ese era el bombo y sonaba una chimba.
La mamá de Juan Pablo no jodia un carajo, llenamos las paredes de una habitación de la casa de ese man con cajas de huevo, para insonorizar el cuarto. Lo demás fue puro ingenio, la base del árbol de navidad lo usábamos como soporte pal micrófono e indudablemente en navidad nos quedábamos sin él. Luego de un año Juan Pablo se compró una batería, después pudimos conseguir el resto de los instrumentos y ya, teníamos un ensayadero “medio” decente.
Con los meses, Willy se fue por asuntos religiosos, este factor nos distancio. Gokú en aquel momento no tocaba ningún instrumento en la banda, nos acompañaba a todos los toques, ensayos y borracheras y era un apoyo reimportante. Cuando salió Willy, en vez de buscar algún desconocido, <>; entonces Gokú entró a formar parte de la banda como guitarrista, aprendiendo en cada ensayo y consolidando el sonido del grupo y ahí está tocando con el mismo  compromiso. Tiempo después Juan Pablo sale de la banda, ese fue un pequeño receso para nosotros hasta que Gigio, un parcero del parche, se montó a la batera integrando un nuevo sonido con el cual sacamos el segundo álbum. Además de los muchachos, por esto años llego Andrea, la compañera de Vejete, que muy pronto se vinculó con el combo. “Con Dani nos conocimos cuando yo estaba en decimo u once grado en una marcha antitaurina, y desde ese momento siempre hemos estado junto. Por influencia directa de mi hermano (Cero, el guitarrista de Kontra la pared) yo ya tenía un acercamiento al Punk y un marcado interés por los problemas sociales”.
¿Nos preguntas cómo era la escena del Punk en Bogotá por aquellos años? La escena en aquel momento estaba muy concentrada en el Centro de Bogotá, y se extendía a los barrios populares: Ciudad Bolívar, Bosa, Tunjuelito, etc. ya eran legendarias bandas como: Demencia, Morgue y Desarme,<Desarme es una chimba, siempre han sido diferentes, un sonido que no suena a chatarra, en sus composiciones aun palpita ese espíritu irreverente, juvenil y libertario y hoy están tocando severo.>> también escuchábamos bandas de Medellín como GP; las oíamos en casete o las veíamos en salones comunales a $500 pesos el concierto, eran las bandas más ásperas en ese momento, que le daban duro a la vaina del Punk acá en Bogotá. También surgieron otras bandas como: Malatesta, muy desconocida por el público roquero formal, pero una banda de culto en la escena underground.

¿Qué cómo fue el primer concierto? Bueno, el primer concierto fue en el 2004 en el “Bogotá anti taurina”, con la presencia en escena de Kontra la pared y Rebelión. Nos oyó mucha gente y la adrenalina del toque fue muy alta, se armó severo pogo cuando tocamos. Digamos que eso es algo que aun vivimos en cada toque, todavía se siente el susto, no se acostumbra uno nunca, el día que dejemos de sentir los nervios de subir a escena, la emoción del encuentro con la gente, es porque se ha perdido el valor de lo que hacemos. Es el temor en escena lo que nos hace sentir esa adrenalina. Es el temor en escena lo que nos da el goce de tocar y las ganas de seguir en la lucha por medio de lo que decimos.
¿Qué cómo surge el nombre? Pues el asunto fue sencillo, buscamos algo que fuera un sinónimo de anarquía, eso es Desgobierno. No creemos en ningún sistema de gobierno, ni dios, ni amos, ni reyes, creemos que se debe vivir en comunidad. La anarquía que promovemos se basa en la fraternidad, en el colectivismo sin ayuda de externos. Nosotros tenemos que gobernarnos a nosotros mismos. Nunca hemos querido meternos en ningún tipo de organización, uno puede hacer cosas sin formar parte de etiquetas (soy de este partido, soy de este grupo, soy miembro de esta secta). Somos simpatizantes anarquistas, y las organizaciones son como un gobierno donde cada uno tiene que cumplir una norma, hacer fila, llegar a la hora que diga el jefe del grupo, todos con banderitas rojas o amarillas, verdes o azules, todas las tareas controladas por alguien. No nos interesa formar parte de nada que uniforme y limite a los seres humanos, queremos la posibilidad de la libre expresión para todos. Tenemos relaciones con organizaciones, pero no nos interesa militar en ninguna de ellas, es una chimba participar en lo social, pero no creemos en los rangos, ni en las personas que dan ordenes, pues éstas limitan la libertad de otros.
¿Preguntas por nuestras grabaciones? pues parcero tenemos dos grabaciones en solitario, una que se editó en el 2004 “¡Por qué aguantar!”, con 11 temas y otra en el 2010, “Sencillo”, con 6 canciones, grabadas en un sello independiente (Producciones Rebeldes). Hacemos parte de dos compilas, una que llamamos “Antiführibista” y otra, “Voces de la Calle”, nada de producirle dinero a las multinacionales. Una estupenda sorpresa y un halago para el grupo fue que la banda de Manizales, Mentes Destruidas, sacó un tema de nosotros, se trata de: “Días Comerciales”, saber que otros tocan nuestro ruido, que algún tema que compusimos inspira a otros, es una chimba. Ellos pensaban que ya nos habíamos desintegrado. En todos estos años hemos tocado en Barranquilla en el Festival “Voces de la calle”, en otros municipios de la Sabana. En Bogotá hemos participado de muchos festivales locales y toques Punk y el movimiento anarquista, como los que ha organizado Kirius, Piso dos (Salmón Cultural), la Bodega de Kennedy y otros colectivos.
¿Que qué viene para Desgobierno? Nosotros lo que queremos es cantar más letras combativas, más difusión de nuestras ideas por medio de lo que hacemos, queremos más punk, mas libertad, mas chorro, y más desgobierno. ¡Salud y Anarkía!”.